La vida no se trata de cuántas veces respiras,
sino de esos momentos que te quitan el aliento.
sino de esos momentos que te quitan el aliento.
Paso 1. ¡Pero cómo
vuela el tiempo!
vuela el tiempo!
Recuerdo que los años
se iban escandalosamente rápido entre los onomásticos y los dedos. Sabía de lo
escurridizos y reptantes que eran para hacerse pasar por semestres y en una de
esas, hasta esconderse tras las manecillas de otro cuerpecillo. Pero era cierto
que no tenía tiempo para pensar en esto, hasta que llegaba diciembre cada vez
más rápido que el anterior. Y entonces tendría que decidir entre seguir con el
ciclo o pararme a perder el poco tiempo que quedaba para pensar en él.
se iban escandalosamente rápido entre los onomásticos y los dedos. Sabía de lo
escurridizos y reptantes que eran para hacerse pasar por semestres y en una de
esas, hasta esconderse tras las manecillas de otro cuerpecillo. Pero era cierto
que no tenía tiempo para pensar en esto, hasta que llegaba diciembre cada vez
más rápido que el anterior. Y entonces tendría que decidir entre seguir con el
ciclo o pararme a perder el poco tiempo que quedaba para pensar en él.
Paso 2. El olvido es
el verdadero tiempo aire
el verdadero tiempo aire
Lo novedoso justifica
la sospecha de quien olvida. Se olvidan números y cumpleaños; se olvidan
arritmias y citas (de médicos y de Borges); se olvidan infancias y leyendas.
Tal vez por eso el tiempo logra acelerar la marcha: ha encontrado un atajo en
la memoria del olvidadizo.
la sospecha de quien olvida. Se olvidan números y cumpleaños; se olvidan
arritmias y citas (de médicos y de Borges); se olvidan infancias y leyendas.
Tal vez por eso el tiempo logra acelerar la marcha: ha encontrado un atajo en
la memoria del olvidadizo.
Paso 3. No huyo.
Incentivo la distancia.
Incentivo la distancia.
En el mejor de los
casos, la única migaja que queda en el plato es la del presente, y ni siquiera
es tan real como parece. Ya en la sobremesa en la que todos miran el reloj pero
nadie se atreve a dejar de matar el tiempo, es cuando la entrada se anhela y
del postre, ni vago recuerdo escurre. La memoria no es la responsable, sino el
nervio de perderla. En el fondo, la conciencia, como siempre. La clave del
tiempo.
casos, la única migaja que queda en el plato es la del presente, y ni siquiera
es tan real como parece. Ya en la sobremesa en la que todos miran el reloj pero
nadie se atreve a dejar de matar el tiempo, es cuando la entrada se anhela y
del postre, ni vago recuerdo escurre. La memoria no es la responsable, sino el
nervio de perderla. En el fondo, la conciencia, como siempre. La clave del
tiempo.
Paso 4. Tienes lo que
mereces.
mereces.
La tarea de un humano
debería ser, saberse temporalmente humano. De este modo entendería la
practicidad de la impermanencia puesta al servicio de cualquier encuentro. Pero
como en casi todo deber ser, se rema a contracorriente para retar al sentido
común: se alberga la esperanza de que la ficción sea quien determine y el
tiempo se detenga exclusivamente para ti, para que le tomes fotos y luego siga.
debería ser, saberse temporalmente humano. De este modo entendería la
practicidad de la impermanencia puesta al servicio de cualquier encuentro. Pero
como en casi todo deber ser, se rema a contracorriente para retar al sentido
común: se alberga la esperanza de que la ficción sea quien determine y el
tiempo se detenga exclusivamente para ti, para que le tomes fotos y luego siga.
Paso 5. No pierdas
tiempo leyendo esto.
tiempo leyendo esto.
El mundo no suelta una
razón así de fácil. Cuando decides colocar una procuraduría especial para
investigar a dónde se ha ido el tiempo (perdido), el fiscal del caso alertará
que estás perdiendo… el tiempo. Por ello tendrás que salir a convencer al mundo
que el tiempo no se pierde, sólo se interpreta.
razón así de fácil. Cuando decides colocar una procuraduría especial para
investigar a dónde se ha ido el tiempo (perdido), el fiscal del caso alertará
que estás perdiendo… el tiempo. Por ello tendrás que salir a convencer al mundo
que el tiempo no se pierde, sólo se interpreta.
Paso 6. Tempus Fugit
El tiempo no es oro,
es conciencia. Más vale preferir la belleza que caduca y no la eterna que
venden en cada spot.
es conciencia. Más vale preferir la belleza que caduca y no la eterna que
venden en cada spot.
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