Paso 1. Exprima la nocheAsuma que el tiempo se pasa volando y de tal manera y a gatas hemos llegado a lo que podemos nombrar «hoy», por lo que tal hazaña deberá ser festejada como todo un viernes. Encuentre una serie o una cantina en las cuales refugiarse del largoplacismo y regodearse con la excusa de que mañana todavía no es hoy.
Paso 2. Diez minutitosTras la feroz desmañanada entre semana, intente toda pócima herbal que haya escuchado (toda cabeza es un mundo: de recomendaciones y alivios caseros). Notando que la solución es considerablemente insignificante en comparación del monstruoso sueño que le aqueja, asuma que la alarma del despertador fue parte de su épico sueño pero aquí ni a considerar 10 minutos de sueño extra. Serán deliciosos y serán devastadores.
Paso 3. Invente su excusa y reciba su respectivo karmaDesde un kraken gigante salido de uno de los baches del segundo piso, hasta el clásico bloqueo por marchas anarquistas rodeando la zona que usted habita, el límite de su credibilidad radica en la seriedad que le dé a su creatividad. Sólo abróchese el cinturón con aquello de las consecuencias respecto de la retribución ética de las acciones.
Paso 4. Sea un Marine del sigilo
Leave a reply