Para ser leídas con: “Animal”, de Agrupación Cariño
Paso 1. Reconozca a
su “Piojo”
su “Piojo”
Mucho dice de usted la manera en la que celebra. Por ello es
interesante aceptar al “Piojo” que por ahora llevamos dentro, al menos en esa
descripción subjetiva que tenemos de lo que sea que nombramos “realidad”. Todas
esas descripciones acumuladas y puestas una sobre otra, tienen un dogmático
parecido cuando se acerca el silbatazo inicial y se parecen más a un boletín
que expedimos al mundo como carta de identidad en ebullición.
interesante aceptar al “Piojo” que por ahora llevamos dentro, al menos en esa
descripción subjetiva que tenemos de lo que sea que nombramos “realidad”. Todas
esas descripciones acumuladas y puestas una sobre otra, tienen un dogmático
parecido cuando se acerca el silbatazo inicial y se parecen más a un boletín
que expedimos al mundo como carta de identidad en ebullición.
Paso 2. Tómelo tan en
serio como un circo.
serio como un circo.
El oasis del color. Ese es el diferenciador que nos
distingue de varios animales que sólo perciben las escalas de grises y que nos
deja con una descripción del mundo harto elocuente y divertida, pero que en el
fondo sigue siendo subjetiva. Si uno acude al circo a divertirse y también tuvo
oportunidad de enterarse de la fiebre para evitar que animales participen ahí,
podrá entender lo en serio que se pone un juego como el futbol. No sólo por las
misteriosas cantidades que maneja la FIFA, los inauditos contratos comerciales
de se derivan de 22 sujetos tras un balón, sino por la evidente catarsis que
define un estado de ánimo temporal, sólo para saber que aunque gane México el
Mundial, uno regresará irremediablemente a sus crisis puestas en pausa. Así,
detenido en el tiempo, sírvase poner una cara memorable.
distingue de varios animales que sólo perciben las escalas de grises y que nos
deja con una descripción del mundo harto elocuente y divertida, pero que en el
fondo sigue siendo subjetiva. Si uno acude al circo a divertirse y también tuvo
oportunidad de enterarse de la fiebre para evitar que animales participen ahí,
podrá entender lo en serio que se pone un juego como el futbol. No sólo por las
misteriosas cantidades que maneja la FIFA, los inauditos contratos comerciales
de se derivan de 22 sujetos tras un balón, sino por la evidente catarsis que
define un estado de ánimo temporal, sólo para saber que aunque gane México el
Mundial, uno regresará irremediablemente a sus crisis puestas en pausa. Así,
detenido en el tiempo, sírvase poner una cara memorable.
Paso 3. El mundo como
escenario
escenario
Se trata de un pacto fundacional: si algo cae bien es ese
síndrome de bailar como si nadie estuviera viendo. En temporada mundialista
esto aplica a maldecir a su extraño enemigo, corear un gol y manotearle al
árbitro un penal no marcado como si usted estuviera en la calle peleando con un
policía o en el mercado y su arrebatinga. Por eso el “Piojo”, aparte de repartir
asombros futbolísticos, ha sido cobijado como el ocurrente compadre que a todos
nos viene bien: por fresco, espontáneo y poco reservado en su lenguaje no
verbal, entendido más bien como una secreta aspiración. Ese color hecho DT, fácilmente
pudo haber sido un personaje más de Chespirito y compartir butaca con tantos
chapulines, chilindrinas y chavos en Brasil en una religión en la que el cáliz
podrá ser el fut, pero dios es el desmadre.
síndrome de bailar como si nadie estuviera viendo. En temporada mundialista
esto aplica a maldecir a su extraño enemigo, corear un gol y manotearle al
árbitro un penal no marcado como si usted estuviera en la calle peleando con un
policía o en el mercado y su arrebatinga. Por eso el “Piojo”, aparte de repartir
asombros futbolísticos, ha sido cobijado como el ocurrente compadre que a todos
nos viene bien: por fresco, espontáneo y poco reservado en su lenguaje no
verbal, entendido más bien como una secreta aspiración. Ese color hecho DT, fácilmente
pudo haber sido un personaje más de Chespirito y compartir butaca con tantos
chapulines, chilindrinas y chavos en Brasil en una religión en la que el cáliz
podrá ser el fut, pero dios es el desmadre.
Paso 4. La boca, los
ojos y el pelo
ojos y el pelo
Las claves para emular al Piojo y sus aventuras faciales no
son difíciles: mueva la cara violentamente para que en la foto su pelo proyecte
vectores disgregándose por toda órbita pensable. Cierre lo más posible sus
ojitos como expresión de la más fúrica noción de exclamación. Termine por
llevar su pletórica boca a linderos hasta ahora insospechados por la Anatomía, estirando
los labios como liga a punto de tronar. Felicítese: con estos pasos, usted ya cuenta
con la actitud para brincar de su sofá en el siguiente encuentro y solidarizarse
con la causa del “Piojo”, ahí donde el sueño no debe ser distraído, sino
aderezado por la contundencia del circo.
son difíciles: mueva la cara violentamente para que en la foto su pelo proyecte
vectores disgregándose por toda órbita pensable. Cierre lo más posible sus
ojitos como expresión de la más fúrica noción de exclamación. Termine por
llevar su pletórica boca a linderos hasta ahora insospechados por la Anatomía, estirando
los labios como liga a punto de tronar. Felicítese: con estos pasos, usted ya cuenta
con la actitud para brincar de su sofá en el siguiente encuentro y solidarizarse
con la causa del “Piojo”, ahí donde el sueño no debe ser distraído, sino
aderezado por la contundencia del circo.
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