Para ser leídas con: “Cuál
es la Idea”, de Tito Puente
es la Idea”, de Tito Puente
Paso 1. Espere su ocurrencia
Practique esto varias
veces durante una tarde soleada: siéntese en una banqueta y espere un momento
dramático en su vida. Uno que pueda ser encerrado entre paréntesis por su gesto
conflictivo con el mundo como los manuales dicen que debe ser vivido. Ponga su
concentración en el espacio que descansa entre aquello que debería poner
atención cotidianamente y su mirada. Ahora espere y vea cómo el resultado de la
reacia mezcla de referentes sin filtrar lanzan una idea diferente.
veces durante una tarde soleada: siéntese en una banqueta y espere un momento
dramático en su vida. Uno que pueda ser encerrado entre paréntesis por su gesto
conflictivo con el mundo como los manuales dicen que debe ser vivido. Ponga su
concentración en el espacio que descansa entre aquello que debería poner
atención cotidianamente y su mirada. Ahora espere y vea cómo el resultado de la
reacia mezcla de referentes sin filtrar lanzan una idea diferente.
Paso 2. Protagonice su causa-efecto
No es casual que se
encuentre leyendo estas letras, como tampoco que se le haya ocurrido esa idea.
Sin embargo, la transformación de la misma muy pronto quedará evidenciado como
signo de su propia indisciplina: habrá pasado escuchado el himno de “Tamales
calientitos” y ya se habrá preguntado si tendrán verdes.
encuentre leyendo estas letras, como tampoco que se le haya ocurrido esa idea.
Sin embargo, la transformación de la misma muy pronto quedará evidenciado como
signo de su propia indisciplina: habrá pasado escuchado el himno de “Tamales
calientitos” y ya se habrá preguntado si tendrán verdes.
Paso 3. Vea cómo se le va el avión
Desespere y busque al responsable
material del rapto de su idea. Lo peor: usted sabe que estaba pensando en algo
brillante, incluso hace un momento lo recordaba, pero ahora sólo queda el aroma
de su lucidez. Busque en las bolsas del saco, en sus narices, designe un fiscal
especial para resolver el caso y mande sus conclusiones iniciales a Innsbruck.
Cuando vea que sólo se enardece el humor ante su desprovista habilidad de poner
en orden sus pensamientos, haga como si no pasara nada. Exude inmadurez y
reeduque al resto de sus pensamientos bajo la dócil gracia de la inacción.
material del rapto de su idea. Lo peor: usted sabe que estaba pensando en algo
brillante, incluso hace un momento lo recordaba, pero ahora sólo queda el aroma
de su lucidez. Busque en las bolsas del saco, en sus narices, designe un fiscal
especial para resolver el caso y mande sus conclusiones iniciales a Innsbruck.
Cuando vea que sólo se enardece el humor ante su desprovista habilidad de poner
en orden sus pensamientos, haga como si no pasara nada. Exude inmadurez y
reeduque al resto de sus pensamientos bajo la dócil gracia de la inacción.
Paso 4. Regrese a su torre de control
Reactive entonces la
inercia de la vida cotidiana y envuélvase en la naturaleza del respondedor de
mails y en el apagafuegos consentido de las circunstancias. Recuerde que las
ideas abren de 9 a 6, ahí donde la rutina sigue insistiendo. Como si la vida
dependiera de ello. Entonces reste
importancia al momento presente: procure tener completa esperanza en el futuro
sin olvidar dejar un espacio para engancharse en el pasado. Lo que logrará,
será ignorar ese mito conocido como “presente”.
inercia de la vida cotidiana y envuélvase en la naturaleza del respondedor de
mails y en el apagafuegos consentido de las circunstancias. Recuerde que las
ideas abren de 9 a 6, ahí donde la rutina sigue insistiendo. Como si la vida
dependiera de ello. Entonces reste
importancia al momento presente: procure tener completa esperanza en el futuro
sin olvidar dejar un espacio para engancharse en el pasado. Lo que logrará,
será ignorar ese mito conocido como “presente”.
Paso 5. Recupere o archive (sin saberlo) su idea
Propóngase tener un
contacto más natural con usted. Encuentre esa idea sin pensar en querer
encontrarla, y con ese entendimiento apueste a no pensar. Sólo inténtelo. El
simple hecho será tan desafiante a la mente racional que de inmediato lo
desacreditará, cosa que convierte a esto en algo sumamente atractivo. La razón
se ha salido con la suya. Por lo menos vale la pena intentar esto para ver qué ha
escondido durante tanto tiempo. La razón y su cerebro.
contacto más natural con usted. Encuentre esa idea sin pensar en querer
encontrarla, y con ese entendimiento apueste a no pensar. Sólo inténtelo. El
simple hecho será tan desafiante a la mente racional que de inmediato lo
desacreditará, cosa que convierte a esto en algo sumamente atractivo. La razón
se ha salido con la suya. Por lo menos vale la pena intentar esto para ver qué ha
escondido durante tanto tiempo. La razón y su cerebro.
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