Para ser leídas con: “A Million of You”, de Big Time Sarah
Paso 1. Pronóstico del tiempo: No se detendrá
Detrás del tiempo está la moda, y tras ésta, el ego. Uno que suele disfrazarse de “es caro, pero creo que lo valgo” y que tiene la virtud de hacerle creer que su comportamiento, como su pensamiento, no es autocentrado. Lo mismo pasa con el tiempo, ese elemento intangible al que le pusimos 24 horas sólo para estar de acuerdo en el nombre de lo que habitamos. Pensamos que hoy es para siempre y por ello la meta (tergiversada) consiste en acumular todo lo que se deje: megas, recuerditos, zapatos, novias, nostalgias, llaveros, elogios…
Paso 2. Caiga en las redes de la tiranía del espejo
Hay pruebas para afirmar que la moda no ha pasado de moda aunque esto pueda llegar a parecer a momentos. De hecho, es tan sutil en sus formas que nos engaña haciéndonos pensar que la estética de la antiestética no es moda y que el movimiento hipster es sólo un reclamo a la moda, mientras todo esto se consume de manera masificada, siguiendo ciegamente al spokesperson en turno y poniéndose lo que hace hasta apenas, unos meses hubiera pensado ridículo en usted. Así es el espejo, justamente.
Paso 3. Honre al modista desconocido
La extrañeza y la otredad se forman, paradójicamente en el mismo espacio que el yo se reconoce: la imagen. De ahí parte la moda como verso de una sola línea, entendida sólo por los iniciados y seguida por quien quiera estar in (o sea todos), de la cual se desconoce su origen y tal vez ahí, en la inocencia, esté su atractivo.
Paso 4. Desafíe la impermanencia con moda
En este concurso de exhibición de las propias inseguridades, el peligro es verdaderamente creer que usted es eso que se pone o que ostenta. Adicta a sus designios pasajeros y a las nociones de entretenimiento que uno pueda tener, la moda enchina la piel por un instante por hacer creer que no existe tal cosa llamada “impermanencia”: sólo como una conveniente ilusión. Así es como reemerge: con punta de aguja y tonos azules para esta temporada, como si fuera una ballena que cada que sale, asoma un rostro nuevo, en una especie de falso homenaje de un reciclaje a falta de nuevas ideas.
Paso 5. Disfrácese de sus penurias
No hay peor castigo en esta era que parecer ser nadie y estar de moda es el sonido vivo del encuentro de algo ajeno con lo que uno cree que lo pondrá bajo el reflector. Para ello, tenga sus blogs, páginas y revistas de confianza para disfrazarse de lo que quiera parecer: pretender ser mejor, más protagónico y más cool con el fin de seguir alienado de lo que verdaderamente importa. Y que pase el tiempo, al fin que probablemente el paso 1 en estas instrucciones ya deberá estar bien olvidado (conforme a derecho).
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