La mariposa
revolotea
como si
desesperara
en este
mundo.
– Kabayashi Issa
Paso 1. Que caiga el telón
Atestigüe la agitación. Las bolsas caen. Y las carteras con ellas. Se levantan
un poquito y todo mundo celebra, hasta que el ministro griego frunce el ceño o
la presidenta Argentina se rasca para que vuelvan a caer. Las empresas que fueron
referentes se declaran en bancarrota y países en andanada especulan nerviosos
centésimas de porcentajes. Las noticias son feroces. El común de la población
revisamos gráficas que sin necesidad de ser expertos, hacen abrir los ojos en
franca alerta y es que algo no estuvo bien. Algo falló.
Paso 2. Investigue la falla
Tome perspectiva y únase al juego de la especulación: Probablemente el esquema de libre
competencia era demasiado altruista para una sociedad autocentrada que a la
menor provocación quiere ganar todo y a todos, bajo el disfraz que más le
convenga.
Paso 3. El travieso del momento
La unión hizo la quiebra. ¿Será el contagio la lección de operar en bloque? Es de lo más
interesante imaginarse extraterrestre y ver al mundo temblar cuando alguien
habla de –en este round- Grecia. El niño en curso, en la oficina del director,
cuya travesura fue gastar lo ingastable, como si hubiera detonado una bomba
fétida en un elevador. Sólo que en este elevador viajaba todo el planeta.
Paso 4. Direcciones su crisis
¿No será momento de entender el sentido contrario de aquello sobre lo que se necea?
El dólar es la evidencia más palpable que somos adictos a los
mismos errores disfrazados de términos econométricos, y el primero de ellos
sería exigir calidad en la inversión y en la política económica (de todos los
países) por cada peso pagado en impuestos. Pero al parecer, el arquetipo de víctima es el primer paso
para contentarse con lo que hay y celebrar la Copa Oro (aunque ahí también nos
llueva).
Paso 5. Ponga en crisis su crisis
No hay más que entender que las crisis son resultado natural de causas específicas,
autoimpuestas como resultado consciente o no, de las propias acciones (unas que
igualmente van a la baja y al alza). De esta manera, uno no tiene que ser Lagrimita
ni Donald Trump (tan parecidos ellos) para leer que las crisis son resultado
del neurótico afán de algunos que tienen algo, por amasar más y más… y más.
Como si de eso tratara el monopolio, entendiendo que tal vez gana el que más
dinero tiene, a pesar (y gracias) a las crisis. Pero ojo, no pierda de vista
que en un juego, el fin es divertirse.
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